Kimi Raikonnen dice que en el último Gran Premio casi se duerme al volante. Esto es sencillamente imposible. Van a 60º (con la espalda pegada al motor) y con unas aceleraciones y decelarciones brutales. Vamos que tuvo un fallo de concentración en una curva y trata de convertirlo en una puya a sus rivales.
Aquí os pongo un ejemplo de una vez que si que casi se duerme de verdad.
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