Monday, July 24, 2006

Capacidad para la amnesia

    Un compañero de trabajo me ha pasado esto. Es interesante porque da algunos datos que la gente ha olvidado y que "El mundo","ABC", "La Razón" y demás parece que también lo han hecho. Así que va dedicado a los "amnésicos".


Después del asesinato de Blanco, Aznar intentó la vía del diálogo

Asombrosa capacidad para la amnesia

José María Aznar continúa calentando motores. Empieza a convertirse de nuevo en perejil de todas las salsas y habla cada vez más como si él siguiera siendo el jefe del PP. ¿Pero es que ha dejado de serlo, en la práctica, desde que se retiró y se acantonó en la FAES? Ayer aprovechó el noveno aniversario del estremecedor asesinato de Miguel Ángel Blanco para advertir a la ciudadanía que “la libertad vuelve a estar en peligro” como consecuencia del proceso de paz en Euskadi promovido por José Luis Rodríguez Zapatero.

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La hipocresía del ex presidente sólo la supera su asombrosa capacidad para la amnesia. Nueve años después de la terrible muerte del llorado concejal de Ermua, Aznar señaló que aquellas gigantescas movilizaciones de la época sirvieron para “decir a los terroristas que íbamos a derrotarles, y hacer que los cómplices de los asesinos en las instituciones (en referencia a HB) supieran que empezaba la cuenta atrás para que recibieran de la ley la respuesta que merecía su complicidad con el crimen.”

Sólo un año largo después

Aznar olvidó, sin embargo, mencionar que –sólo un año largo después del asesinato de Blanco- él mismo intentó acabar con la violencia mediante el diálogo tanto con HB como con la propia ETA. Y durante ese tiempo los representantes de su Gobierno hablaron con Arnaldo Otegi y con los máximos responsables de la banda. Fue cuando Aznar alardeaba de generosidad en relación a ETA, mientras acercaba presos a Euskadi y algunos de ellos fueron puestos en libertad. Era entonces cuando Aznar afirmó públicamente que había autorizado “personalmente contactos con el entorno del MLNV.” Es decir, con el Movimiento de Liberación Nacional Vasco, cuya acción liberadora se centraba fundamentalmente en el tiro en la nuca, los coches bombas, los secuestros y las extorsiones.

Frágil memoria
Ayer Aznar tenía especialmente frágil su memoria. En tono grandilocuente, el antiguo ayudante de campo del presidente Bush proclamó: “No seremos nosotros los que alentemos la mentira, menos todavía si la mentira se construye y se extiende en nombre de la paz. No llamaremos a las cosas por nombres que no son, no contarán con nosotros para que los terroristas se burlen ahora de la ley.” ¿Sus reiteradas menciones al MLNV consistían en llamar a ETA por su nombre o no, señor Aznar? Por cierto, ¿tampoco recuerda usted las mentiras que extendió hace tres años no en nombre de la paz, sino para justificar una guerra?

Sin vencidos

Tan frágil era ayer su memoria que tampoco recordó que Martí Fluxá -secretario de Estado de Seguridad y enviado suyo a las conversaciones con HB y con ETA-, sostenía que, al final de proceso, no debería haber “vencedores ni vencidos.” ¿O sea, que sin que hubiera vencidos, “íbamos a derrotarles”, señor Aznar de acuerdo con sus palabras de ayer?

ETA, derrotada

No solamente iban a derrotarles, sino que en la actualidad los dirigentes de la derecha insisten en asegurar que ETA estaba ya prácticamente derrotada gracias a la firme política llevada a cabo al respecto por el Gobierno que presidía Aznar. Pero si era así, ¿por qué, minutos después de los atentados del 11-M, Aznar y su ministro del Interior, Ángel Acebes, dieron por hecho que la autora había sido ETA? ¿A una ETA derrotada le quedaban arrestos y recursos para provocar los atentados más sangrientos de la historia reciente de España?

La salida de la paz
Prisioneros de sus embustes, los líderes del PP se han metido en un laberinto sin salida. Lo peor es que respecto al actual proceso de paz se obstinan –mediante un ejercicio de irresponsabilidad manifiesta- en que no se pueda encontrar tampoco la salida que la mayoría de los españoles desea. La de la paz.

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