Hoy os voy a destrozar un par de mitos de la infancia. De una misma tacada voy a enseñaros a Don Pimpom al desnudo y a su vez la nueva vida de Espinete tras dilapidar su fortuna en drogas y mujeres (que no la malgastó, vamos). A Espinete además se le junto la numerosa prole de hijos bastardos que le salió debido a cierta incompatibilidad entre erizos y condones. Una pena.
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1 comment:
Gracias Vladimiro ;). A ver si tengo tiempo y le echo un ojo a tu blog; que ya he visto que hablas de los paga-fantas o toma-cafés. ¡Que bonitos recuerdos! Eso demuestra que cualquier tiempo pasado fue anterior.
Saludarracos
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